Hace algunas semanas que no me acerco por este “Espacio en Blanco”. Ya es hora de que lo haga. Vaya temporada que llevamos, vaya año!!! Filomenas, pandemias, terremotos, volcanes, inundaciones; solo falta, como dicen algunos amigos: ¡la invasión alienígena! Qué, a éste paso, ¡llegará!.

¿Será una prueba para conocer nuestra resiliencia? ¿Nuestra resistencia, nuestra capacidad de adaptarnos? El tiempo lo dirá.

Se acerca la Navidad y, junto a ella, sobrevolando, la amenaza de nuevas restricciones.

Uno ya no sabe a qué atenerse, ante tanta angustia, miedo, alarma. Si, reunirse con la familia, o dejar, un año más, por culpa de la pandemia, las costumbres y celebraciones navideñas. Tiempos extraños estos que estamos viviendo.

Ante ellos, no nos queda otra que parar, mirar a nuestro alrededor, y reflexionar, el porqué de tantas vicisitudes. ¿Serán avisos de que algo anda mal? ¿O no como debiera?.

No hay muchas respuestas, o si, muchas.
Pero las que sean, que no vengan inspiradas por el miedo. Ese que intentan meternos en el cuerpo, para que no hagamos nada. El miedo es el mejor instrumento de control.

Celebremos la Navidad, el nacimiento del Cristo, de la nueva luz que renace, de la mejor manera. Dentro de nosotros mismos, con silencio y esperanza. Y que no se agoten las fuerzas. También con gratitud por haber llegado hasta aquí, en estos tiempos oscuros que nos ha tocado vivir.

Siempre con la esperanza de que la luz, está al final del túnel que estamos atravesando. Con la certeza, de que volverá a salir el sol de un nuevo día. Ese en el que podremos, por fin, mirarnos a la cara, sin mascarillas y, que podamos abrazar y besar sin tapujos y sin miedos.

Ya queda menos, lo estamos esperando hace meses. Pero nada dura eternamente, para bien o para mal. Así que, desde aquí, os deseo lo mejor para los tiempos que corren.

Unas buenas y felices fiestas, y un nuevo año 2022, decisivo para la humanidad, lleno de venturas, bendiciones.

Nos volveremos a encontrar en el nuevo año que llega. Queda mucho camino por recorrer, espero que juntos, muchas aventuras por vivir, muchos lugares por conocer, muchas sonrisas, abrazos, besos, por disfrutar y, muchas respuestas a los misterios de éste mundo nuestro.

El “Espacio en blanco” sigue abierto lleno de vida, ilusión y esperanzas.