Hoy me acerco a estas líneas, solo para felicitaros. A las mujeres, a las hermanas, a las madres, a las amigas, amantes, compañeras, a las diosas y princesas que habitan en vosotras. Y me niego a celebrar el día de la mujer.

Todos los días, todas las semanas, meses, años, lustros, siglos, son de la mujer. Y más en estos - dicen- “nuevos tiempos, en los que renace la Diosa, con su poder infinito de crear vida, de transformarla, de cuidarla. Con toda su ternura y misterio.

Todos los días deberían ser, son el día de la mujer. ¡Y no digo más! Felicidades para vosotras, hoy y siempre y, a ellos, nosotros, felicidades porque existáis en el mundo. Feliz año, lustro, siglo, vida.

Que el poder y la magia de la mujer, reine por estas tierras y en estos mundos locos nuestros. A cuidarse, ya queda menos para poder celebrarlo en paz y libertad.