Hace días que no me acerco por aquí, a llenar estas líneas, que nunca sé a dónde llegan. Hoy toca hacerlo durante algunos minutos. Seguimos azotados por la pandemia, rodeados por las decisiones de políticos, de noticias, de ruidos y, como decía la canción: nos han robado el mes de abril, y el de mayo, junio... Y así todo un año. Nos han robado, no, quizás nos lo hemos robado nosotros mismos.

La vida nos ha hecho parar abruptamente, íbamos muy rápido y un bichito casi invisible, nos ha hecho parar de golpe. Para darnos tiempo a pensar, quizás. Pensar en todo aquello que teníamos, en los abrazos, “en las cañas” tan imprescindibles para muchos, en la charla con amigos, en respirar...

No sé cuándo terminará todo esto. Hay signos de esperanza en el horizonte, ojala lleguen pronto. Mientras, a aprender la lección; esa quizás, sea la mejor manera de salir de todo esto. Aprender de nuestra forma de vida alocada y parar el ritmo. Y disfrutar de esas pequeñas cosas, las que solo se ven con los ojos del corazón.

A aprender pronto y que todo esto se quede como una lección de la vida para que pronto podamos vivirla, sin miedos, sin ruidos, con ilusiones. Os deseo todo lo mejor a todos y cada uno de vosotros y me lo apunto para mí y los míos.