Faltan pocos días, estamos ya, estamos en el último fin de semana del verano. Cambiamos de estación, llega el otoño. Un otoño calentito, lleno de amenazas, atenazados, en casi todo el mundo por esa pandemia que nos tiene acongojados `por las noticias que nos lanzan.

“Los muertos por Covid-19 se dispararán en otoño, según la OMS"

La organización sanitaria avisa que octubre y diciembre va a ser un momento "más duro" por el aumento de fallecidos ante el avance del coronavirus.

Ya podían decir otras cosas más esperanzadoras y no eso... Estamos en medio de una de las crisis mas intensas de los últimos tiempos. Y como en toda crisis hay que sacar lo bueno, las enseñanzas y no dejarnos dominar por los “miedos” que nos rodean. Quién nos iba a decir hace 7 meses que íbamos a vivir un tiempo como éste. Con miles de los nuestros que se han ido. Millones en todo el mundo. Mientras, las maquinarias de los poderes se engrasan y, lanzan todo tipo de informaciones, para saturarnos y que dejemos hacer.

Y lo hacen y bien. Pero hay que saber estar y aprender de todo. Cuidarnos, cuidar a los nuestros y, seguir reinventándonos. Con fe, esperanza y casi, con caridad, esas tres virtudes teologales que nos enseñaban en el cole. Fe en nosotros, esperanza en el futuro y, caridad con aquellos que lo han perdido todo.

“Para que luego digan que no soy políticamente correcto”. Hay que seguir “surfeando la ola” y tener esperanza en que esta pesadilla acabará pronto. Así quiero comenzar este otoño. Con el deseo de que esto acabe, está en nuestras manos, dicen.

Pondremos de nuestra parte. Y seguiremos, creyendo que todo es posible, que creer es crear y que el sol, ese nuevo sol invicto, renacerá pronto, para calentarnos, abrazarnos y darnos más vida.

A cuidarse, cuidar a los demás y... O mucho me equivoco, o muchos de nosotros estamos cerrando círculos. Reencontrándonos con personas del pasado, para cerrar ciclos junto a ellos y subir de nivel.

Y si eso pasa a nivel personal, debe pasar también a nivel social, global, se está cerrando un ciclo, como el verano y, hay que sellarlo bien, aprender, para no repetirlo de nuevo. Para eso deberá servirnos este nuevo otoño que ya se acerca.