Llevamos 90 días del periodo de emergencia. 90 días en las que nuestra vida cambió, de repente y, sin avisar. Un bichito invisible a la vista, eso dicen, nos robó: el mes de marzo, el de abril, el de junio y, cientos de ilusiones, viajes, planes, abrazos y más, mucho más. ¡Quién nos iba a decir, hace tres meses, que podría ocurrir todo esto!.

Y ahora, nos preparamos para los "encuentros en la tercera fase". Habrá que tener precauciones, cuidados, no vaya a ser que para poner la guinda al pastel, aparezcan, como en la película de Spielberg, los ET´s del espacio. ¡Solo faltaría eso! Pero tiempo al tiempo ¡ya veréis! Por el momento han aparecido, como serpientes de un verano adelantado: supuestos cocodrilos en nuestros ríos y, tiburones peligrosos en nuestras costas. Tenemos de todo. No nos podemos quejar.

Quejas hay muchas, las de esos cientos de miles de personas que se han quedado sin trabajo, las de los negocios que han tenido que cerrar por falta de clientes y, de liquidez para aguantar todo este periodo especial. Ojalá que la vida se lo devuelva y puedan volver a vivir con dignidad en breve. Hay que practicar el ser "políticamente correcto" y envolvérnosla con papel de fumar, antes de hablar o escribir cualquier pensamiento o idea. Y lo tengo que practicar. A la fuerza. Seamos positivos.

Casi llega el verano, ojala podamos realizar algunos de los planes que teníamos previstos. Ojala podamos regresar a una vida en paz, sin miedos. Ojala no regrese más la pandemia, como ya nos avisan para el otoño. Ojala podamos VIVIR.

¡Preparaos! Llegan los "encuentros en la tercera fase". Ojala que lo que encontremos sea la gente que amamos y, que el sufrimiento de muchos se diluya pronto, en éste extraño tiempo que nos está tocando vivir. A tomar precauciones, no volvamos a caer en las trampas y tropecemos de nuevo en la misma piedra.