30/05/2020

Al final del túnel

Ya podemos, casi, ver la luz al final de éste túnel del estado de alarma en el que estamos. ¿Quién podría imaginar, hace unos meses que, el mundo entero podía pararse? ¿Quién iba a imaginar que, tendríamos que estar casi tres meses, metidos en casa, confinados por un virus? Y en medio de toda esta situación, millones de infectados en todo el planeta, y cientos de miles de muertos. Hay que llorar a los fallecidos. En España estamos de luto por ellos. Ruego por esas almas y sus familiares, muchos de ellos se fueron casi en soledad y sin un abrazo de despedida. ¡Que tengan buen viaje hacia los cielos!.

Observando la situación, se contemplan reacciones encontradas, crispadas. Hay mucha convulsión por ahí. Partidos políticos que se enfrentan, se insultan, políticos peleándose, sacándose trapos sucios. En la calle, reacciones encontradas. Lo mejor de nosotros con la solidaridad con nuestros semejantes y, por otro lado, los insultos, los enfrentamientos.

Y nacen los tiempos de conspiraciones. ¿Era todo esto necesario? ¿Nos están diciendo la verdad? De nuevo diferentes teorías. Que si este virus es como una gripe, que no ha provocado más muertos etc… No voy a entrar en ello. Solo voy a entrar en la lección que nos ha podido traer esta situación.

Algo, un bichito, ha parado nuestra forma de vida en nuestro planeta. Nos ha metido a todos, casi todos, en casa, a darnos tiempo, quizás para reflexionar. En cualquier momento, algo inusitado, nos puede cambiar la vida. ¿Quizás haya sido un pequeño toque de atención para que meditemos sobre nuestra forma de vivir? ¿Quizás, un plan de poderes ocultos para llevarnos hacia un gobierno mundial? ¿Quizás, la forma que ha tenido la naturaleza para tomarse un respiro? En Venecia ya nadan los delfines, el aire de las ciudades está más limpio, nuestros mares y playas más transparentes y, la primavera ha resurgido con una fuerza inusitada, llevando hasta las puertas de nuestras casas, animales nunca vistos.

¿Que se esconderá tras todo éste proceso? ¿Tendremos que acostumbrarnos a vivir enmascarados, a respetar la distancia de seguridad, a vivir, quizás con miedo?. Algunos dicen que ha sido un suave golpe para reflexionar sobre nuestra forma de vida y, que si no aprendemos, quizás venga otro peor, más duro, para parar la loca carrera de la humanidad evolucionada.

No sé. Me quedo con las lecciones aprendidas y, mi deseo de no vivir con miedo. De querer abrazar a la gente que amo, de vivir en paz, sin crispaciones y, de no sentir a mis semejantes como un peligro que me pueden contagiar.

Me quedo con la necesidad de tomar el sol, para que me llene de vida y de vitaminas para fortalecer mi sistema inmunológico y, con mis ganas de seguir viajando y compartiendo.

Y me olvido de mentiras, políticos y de enfrentamientos. Salimos ya del túnel… Por fin parece que nos van a dejar, que la luz nos ilumine a todos y que no se repita nada parecido.

Aprendamos la sutil lección que nos ha traído “el bichito”, sin más. Vivamos sin miedo, cuidemos a los nuestros y al semejante y, disfrutemos de éste hermoso lugar en el que vivimos sin olvidar a los que no tienen tanta suerte como nosotros.

Feliz luz y buena semana

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