En estos días, se nos fue una "Blanquita" Una persona cercana a la familia del Espacio en Blanco. Especialmente a uno de nuestros hermanos: David. Un ser que lo llenaba todo con su luz, con su presencia, con su sonrisa. Se fue muy joven, demasiado joven. Su cuerpo había sufrido multitud de intervenciones... Y a veces me pregunto, ¿Para qué tanto sufrimiento? ¿Para qué venimos aquí a sufrir enfermedades? ¿Qué sentido tiene?.

Nuestra "Blanquita" nos trajo la respuesta. A pesar de las enfermedades, ella siempre lucia su mejor sonrisa. Su belleza única y excepcional. Y le preguntabas: ¿Cómo estás? Y decía: ¡Bien!. Siempre bien... y, lo llenaba todo de luz con su presencia tímida. Te nos has ido "Blanquita" Olivia... como un Ángel que vino a nosotros para enseñarnos, en silencio - que es como se enseñan las mejores lecciones- que todo tiene un sentido. Aunque no sepamos verlo...

Perdóname si no sé formular todo lo que siento, todo lo que hemos aprendido, sin darnos cuenta de ti. Las palabras a veces no sirven para expresar los sentimientos... Ahora vuelves a casa. A tu casa después de haber estado con nosotros un suspiro. Ahora estas en el cielo. No puedes estar en ningún otro sitio. Porque el cielo es el hogar de los Ángeles y, desde aquí abajo, los que nos quedamos, yo, nosotros, te doy, te damos las gracias. Gracias por dejarnos conocerte, por amar a uno de los nuestros y, por tu ejemplo. ¡Gracias por enseñarnos que hay Ángeles entre nosotros! Buen viaje Olivia, necesitamos muchos "blanquitos" como tú. Este mundo los necesita. Aunque se vayan demasiado pronto. Gracias.

Y a ti, nuestro hermano David... aquí seguimos, para lo que necesites, tristes por la pérdida, pero agradecidos, por haber compartido este corto tiempo con ella. Perdón por estas confidencias más personales de hoy, pero se lo debíamos a ese Ángel...