Acabo de regresar de un nuevo viaje por Sudamérica. El destino en ésta ocasión era Ecuador y, más concretamente las islas Galápagos. Las noticias por allí eran de revueltas.

A Ecuador, le siguió Bolivia, Chile, Colombia... parecía el estallido de una nueva primavera, verano, otoño, latinoamericana. De nuevo, manifestaciones, revueltas, por desgracia, heridos y muertos. A día de hoy, las cosas parecen que se van calmando, cosa que nos alegra a todos.

Por nuestras tierras, todo sigue igual. Políticos que no se ponen de acuerdo. Reuniones, disputas. Luchas por el poder... Y una nueva amenaza de elecciones... las terceras... Mientras todo eso ocurría, estábamos perdidos en mitad del océano, en unas islas "pristinas" como decía nuestro embajador Valerio Repetto. (Vaya ser más intenso, interesante y apasionado).

De su mano -que suerte tuvimos- visitamos diferentes islas, y conocimos, lugares, paisajes, paisanajes, aguas y, animales que reclamaban su derecho a estar en su sitio por encima de los humanos.

Por mi parte, hice realidad un sueño; bucear con tortugas marinas. Los sueños están hechos para cumplirse, y gracias a mis compañeros, Tri sub Gil, Valerio, Andrea y demás, se hizo realidad. Muchas gracias.

Tengo aún un montón más de sueños por cumplir, así que sigo camino. Al llegar, me encuentro con la Cumbre del clima, a celebrar en Madrid. Dicen. ¡Aún estamos a tiempo! Ruego a los dioses, a Dios, que se lleguen a acuerdos y se cumplan, para que de verdad sea así. Estar a tiempo de vivir con dignidad en un planeta, al menos un poco parecido, a esa naturaleza virgen de las islas Galápagos.

Salió el Egm, y nos dio un bajón en el número de oyentes. Sin más comentarios. Saldremos a buscar a los que se han perdido...

Y por ahora, volvemos a nuestra vida diaria, como siempre, llenos de ganas, ilusiones, sueños y pasión por realizar cada día, un trabajo, que llegue a muchos lugares. Gracias a todos por hacerlo, también realidad.

A abrigarse, dicen que llega el frío. Y a abrir los ojos, a ver si esos que se reúnen en Madrid hacen algo más que comer paellas, jamón, tortilla española y, tomar sangrías.