31/08/2019

De regreso

Acabamos de regresar de un largo viaje por América. En la primera parte, nos volvieron a acompañar unos cuantos "blanquitos" que quisieron compartir la experiencia de visitar Bolivia y Perú. Dos territorios llenos de sorpresas en todos los sentidos. Paisajes únicos, lagos de ensueño a más de 4000 metros de altura, ruinas, lugares sagrados, fueron algunos de nuestros objetivos.

Además de "muchas cervezas" por parte del grupo en todos los lugares; ¡no perdonaban ni una, fuera donde fuera! El grupo regresó desde Perú a España. Después seguí camino solo hasta Ecuador y Colombia. Me esperaba un entrañable hermano cubano, Gonzalito, al que hacía casi 20 años que no veía.

Juntos y, con un equipo de televisión, compuesto por norteamericanos, colombianos, ecuatorianos y cubanos, salimos de ruta por el país del medio del planeta a, descubrir los 4 mundos. Un viaje de casi 15 días que nos llevo a descubrir maravillas. Una de ellas: Las Pirámides y las estrellas del Parque de Cochasquí.

"El Parque Arqueológico Cochasquí en la provincia de Pichincha en Ecuador es un complejo ubicado a 3.100 metros sobre el nivel del mar que guarda varios secretos. El primero, sus monumentos. Cuenta con 15 pirámides, 21 montículos funerarios, cuatro museos y 84 hectáreas de área arquitectónica preservada pertenecientes a la cultura Quitu-Cara".

Allí conocimos a su director Fritz Reinthaller, un personaje súper entrañable. "Me va a faltar vida para desenterrar todos los tesoros que guardan estas pirámides" Nos decía- Y razón tendrá porque Cochasquí, en cuanto se haga una campaña seria de excavación, va a dar muchas sorpresas que de seguro, cambiaran la historia contada y conocida. Gracias Fritz por tu pasión y hospitalidad. ¡Nos volveremos a ver! Sin duda... hemos de excavar juntos en esas pirámides.

Seguimos viaje hacia el mar. NO voy a desvelar el lugar... Hay que preservar los paraísos.. Disculparme. Pero era el sitio elegido por las ballenas jorobadas para sus lances amorosos... Un lugar único y privilegiado, con un mar puro, poderoso y lleno de vida... Más tarde continuamos viaje hacia la selva amazónica para encontrarnos con los miembros de la tribu de los Waorani.

Nos recibieron en las casas que les habían construido las petroleras, lugar donde no desean vivir ni dejarse comprar y, juntos, después de la ceremonia de bienvenida con danzas y bailes, nos encaminamos a la profundidad del amazonas: su verdadero hogar.

Después de casi 5 horas navegando por ríos, llegamos a su campamento. Toda selva y solo selva. Dormimos en sus cabañas y, sentimos el poder de la madre naturaleza en la selva. Una selva que se muere. Gigantescos incendios en el Amazonas brasilero, en Bolivia, en Paraguay, eran la noticia y siguen siendo. Una selva, el pulmón del mundo, que está enfermo y pidiendo ayuda desesperada. Como los waoranis... Su cultura y forma de vida pende de un hilo acuciada por los intereses de las petroleras y madereras...

Las gracias a todos ellos por dejarnos compartir ese tiempo a su lado. Eran fieros guerreros, son fieros guerreros, pero a nosotros solo nos mostraron sonrisas y abrazos. Ruego a Dios y a los espíritus de la selva que les protejan. El viaje continuo hacia Baños de Agua Santa. Nunca había visto ni sentido el poder del agua en su máxima expresión. Cascadas, ríos, fuentes termales, volcanes, hacen de este lugar un regalo de Dios.

Nos llenamos de lluvia, de agua y de energía y terminamos el viaje en Quito. Una ciudad sorprendente. Tendría que escribir un libro, lo necesitaría y gordo, para poder recoger todas las vivencias, experiencias y lugares que he visitado en todo éste tiempo de viaje. Al terminarlo y recién llegado a casa, solo tengo gratitud y el alma llena de agradecimiento hacia todos los que nos brindaron apoyo, calidez, sonrisas, cuidados, abrazos y... mas.

Gracias a todos. A Fritz, al artista Nelson Román y a Norma su compañera, a Iván del Hotel Donde Iván en Baños, a nuestra choferesa Paola... MI AMOR... Te voy a echar de menos. Al equipo de TV: Pacheco y Edwin, a Andrés y su eterna sonrisa, a Mónica, a Andrómeda. Al personal de la agencia Galasam en Quito. A Robertico y Alexandra y, a ti hermano Gonzalito, nos va a faltar vida también para todas las aventuras que nos esperan. Gracias a ellos y a todos, los blanquitos que vinieron y a todos con los que nos cruzamos. Perdón a los que no nombro... siguen conmigo en los recuerdos.

El mundo sigue siendo un lugar hermoso para descubrir. Y Ecuador, ese país en la mitad del mundo, merece unos cuantos viajes. Mientras por aquí, todo sigue igual... políticos que no se ponen de acuerdo y demás zarandajas. Les dejaremos con sus movidas. Nosotros ya comenzamos nueva temporada... Os esperamos hay muchas aventuras y misterios para compartir.

Feliz semana y a por ello

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