Por fin se llegó a Julen, el Ángel de la mina. Por desgracia la noticia de su encuentro no era buena. El Ángel hacía tiempo que ya se había ido al cielo, donde deseamos que esté con su hermanito y el resto de los Ángeles. Nuestro sentimiento para sus padres y familiares. Nunca llega a comprender uno, por qué suceden estas cosas en la vida. Pero es así.

Ojala los padres lo asimilen de la mejor manera, sabiendo, sintiendo, que Julen ya está en los cielo y eso les sirva para reconfortarles. Nuestro pésame más sentido, como el de millones de almas en este mundo, para ellos.

Nos quedamos con la inmensa marea de solidaridad. Con el ejemplo de esos mineros asturianos y la guardia civil. ¡Hay que tener redaños para meterse a esa profundidad, en ese sitio tan angosto y, a trabajar! Y luego dicen que no son héroes... ¡Viva la madre que os parió!

A pesar de la mala noticia, nos quedaremos con el ejemplo de solidaridad de esos más de 300 voluntarios y, del pueblo de Totalán por toda la ayuda. Aun existe gente buena en éste planeta. La mayoría, pero no hacen ruido, salvo cuando se necesita. Gracias por el ejemplo y la esperanza en almas buenas en éste planeta.

Julen, vuela y cuídanos desde el cielo y da un beso a tus padres y familiare

Seguimos...