Eso dicen al menos, cuando sale la lotería de navidad es, que ya ha llegado el momento de las navidades. Bueno, también lo anuncian los grandes almacenes. Aunque, lo que de verdad ocurre es la llegada del solsticio de invierno. Ese momento mágico en el que los antiguos celebraban el nacimiento del sol, que ya comenzaba a resalir sobre el horizonte. El nacimiento de la luz.

Para otros, el nacimiento de Jesús, el Cristo, en Belén. Aunque ya muchos hayan demostrado que ni nació en Belén, ni nació ese día. Pero bueno, eso no importa. Es otra de las muchas mentiras que nos han metido pal cuerpo. Lo importante y eso si es verdad, es que a partir de ahora los días comienzan a ser más largos. El sol renace y nos vuelve a llenar de luz, de calor, de energía a todos, en ésta parte del mundo. También, según las tradiciones, es tiempo de regalos.

Los romanos celebraban las festividades dedicadas a Saturno, dios del tiempo y la agricultura, que incluían el intercambio de regalos y terminaban con la festividad del Sol Invicto el 25 de diciembre. El solsticio de invierno se continúa celebrando en muchas culturas. En Perú, es el Inti Raymi, una ceremonia inca que rinde homenaje al Sol. En Bolivia, el Willka Kuti, que en aimara significa "la vuelta del sol" y los chilenos y argentinos se reúnen en la fiesta de origen mapuche We Tripantu. En Guatemala tiene lugar la danza de los voladores, en los que varias personas giran y danzan en torno a una estaca, y en Escandinavia, el festival de Juul.

Es tiempo de celebraciones y es bueno quedarse con eso. Sin dejar que nos metan mas mentiras y nos empujen a celebraciones consumistas, sin sentido, alejadas del verdadero sentido que nos separa de la madre naturaleza.

La televisión y su publicidad nos empujan a olvidarnos de ello. A propósito: ¿Habéis visto los anuncios de perfumes que pululan en los medios de comunicación? ¡Tremendos! Creo que voy a dejar de escribir estas líneas y voy a correr a comprarme alguno de esos productos que anuncian... Me van a cambiar la vida.

Pero antes, os deseo que, esa nueva luz que ya crece en el horizonte, nos alumbre a todos, al menos para librarnos un poco de tanta estupidez repartida por el planeta. Y me voy, que hay que ser correcto. Voy a tomar un poco el sol a sentir a Ra a las orillas del Nilo. Feliz Navidad, feliz tiempo de luz. Y feliz nuevo tiempo, nuevo año 2019.