18/08/2018
De regreso a casa
Ya estamos de vuelta en casa. De regreso de Indonesia. Después de innumerables horas de barco, avión, escalas y más aviones, por fin, llegamos a casa. Durante el viaje, compartimos unas horas con los peregrinos de la Meca en Jeddah, hicimos escala allí, en una terminal tremenda, atestada de gentes de mil partes del mundo y, con una megafonía atroz. Pero mereció la pena ver a los peregrinos de la Meca que se reunían para la sagrada fiesta del cordero, todos vestidos de un blanco impoluto. Es siempre agradable ver la veneración de las gentes con sus diversas religiones, su fe, su arraigo a las diferentes creencias.
Lo pudimos ver, sentir, también en nuestro destino principal. El viaje nos llevo hasta "Las islas de los Dioses" en Indonesia. Una miríada de islas colmadas de bendiciones, donde se profesan diversas religiones. Musulmanes, algunos católicos, hinduistas y hasta algunos budistas se reúnen en las diversas islas. Y todos ellos llenos de una vida colorida y de una educación muy diferente a la nuestra.
En la isla de Bali, nos contaban nuestros guías, que, desde pequeños les enseñan a sonreír, a saber superar los problemas, las adversidades y, siempre con una sonrisa y buenas maneras. Lo pudimos comprobar. ¡Qué buena filosofía de vida! Sonrisas y caras felices por todos los lugares. Y todo sagrado.
Cada rincón de la tierra, del mar, de los árboles, de las montañas. Sagrado. Como debe ser. Y por ello, todos los días ofrendas. A todo, a todos. Qué hermoso era verles, con tanta veneración, realizando ofrendas de gratitud cada día a todo. Toda una lección para que los occidentales desarrollados, no olvidemos lo importante, lo sutil, lo sencillo, lo sagrado. La vida fluyendo calmada, sonriente.
Aunque la madre tierra nos mostró su otra cara, la de los terremotos. Vivimos hasta tres diferentes, con sus correspondientes réplicas. Si has vivido un terremoto, ya nunca podrás olvidarlo. Ese es otro recuerdo que nos traemos de éste viaje. La madre tierra mostrando su poder, quejándose, quizás de nuestras torpes acciones. Por fortuna todo nuestro grupo estuvo bien, cuidado, mimado en todo momento.
Hay que dar gracias a todos ellos, esas almas que nos acompañaron, cargadas de lecciones aprendidas. Dar las gracias también, como siempre a "Karnak travels" que organizo la expedición y sobre todo a "Autentico Bali" y a todo su equipo, que se ocupó de que todo estuviera en su sitio, perfecto a tiempo y con los mejores detalles y cariño hacia nosotros. Gracias. ¡Gracias a todos!
Atrás dejamos una tierra hermosa, llena de bellezas. Dejamos también a miles de afectados en Lombok, no olvidarnos de ellos en estos momentos en los que ya no se habla de su situación. Los dioses les bendigan y les hagan fácil su vuelta a la vida. Y el deseo de que les lleguen las ayudas tan necesarias a todos ellos.
Volvemos a casa, algo cansados, pero llenos de nuevas vivencias. Las vividas en Java, en Bali en Nusa Penida. La gratitud hacia todos los que se cruzaron en nuestro camino. En los templos, en las calles, en los hoteles, en los buses, en todos los lugares. Gracias por las lecciones aprendidas. Sonreír y acometer la vida con tranquilidad y fluyendo. Hemos conocido paraísos.
El deseo también de que la voracidad humana no acabe con ellos. El paraíso existe, lo hemos comprobado, vivido, sentido. Ahora, vuelta a nuestra vida, ojalá con la sonrisa puesta y "los ojos de ver", más allá de lo que nos quieren enseñar. El viaje, lo hacen los lugares a visitar, pero sobre todo, lo que tú eres. Gracias por éste nuevo viaje.
Feliz semana y feliz verano
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