Mientras muchos de los comercios de nuestras ciudades se llenan con el cartel de BLACK FRIDAY 2017, los humanos de medio planeta se lanzan a cazar ofertas.

Una nueva moda del imperio que nos meten en los genes. Mientras, los grandes, los poderosos del planeta, ven como sus cuentas corrientes se llenan de números verdes con las ganancias.

El Tio Jeff, gana 2.400 millones de dólares en un solo día gracias al Black Friday. ¡Ya podrá celebrar bien el día de acción de gracias! Mientras, el resto de los mortales de medio mundo, ese al que no ha llegado el viernes negro, se debaten en las pateras, entre la sequía, la guerra y las hambres. Y para colmo, los demonios de la fe, asesinan a más de 270 personas en el Sinaí, la tierra sagrada de Moisés y de los egipcios. Lo hacen mientras rezaban.

El terror ha golpeado este viernes, el día consagrado a la oración en el islam, una mezquita repleta de fieles en Bir al Abed, 40 kilómetros al oeste de la ciudad de El Arish, epicentro de la franquicia egipcia del Estado Islámico en el norte del Sinaí. La prensa de El Cairo informa de que al menos 235 personas han muerto y otras 120 han resultado heridas en el atentado contra el templo musulmán de Al Raudá en pleno rezo central del mediodía, según fuentes de seguridad y del Ministerio de Sanidad de Egipto. Se trata de la acción terrorista más sangrienta registrada en el país.

Mientras, sigo observando nuestro país, reseco, sin lluvias, con ríos y fuentes que se agotan, con ciudades llenas de contaminación y, de seres humanos enloquecidos por pillar la oferta de este viernes negro. Rezo por las víctimas. Por los muertos en atentados, y por los muertos que caminan en las ciudades sin alma. ¡Dios nos proteja!