29/04/2017

El Papa de viaje

Desde Egipto, algunos amigos, creyentes del Islam, no hacen más que mandarme, emocionados, fotos de la visita del Papa a su tierra. Ellos saben que esta visita es un acontecimiento único. Algunos Papas de nuestra historia reciente, con su sola presencia, han hecho que cayeran muros de hierro. Que cambiaran regímenes políticos, acercando un poco más la libertad y la espiritualidad a los hombres.

Ellos, mis amigos, mi familia egipcia, saben la importancia de la presencia de este "hombre santo" en su país. Ellos saben que con su sola presencia va a ser capaz de cambiar muchas cosas en ese país, origen y cuna de la civilización.

Un país, donde los cristianos son minoría, incluso perseguidos por radicales locos. Me invitaron a estar en esa visita histórica, pero no pude quedarme, acabo de regresar de Egipto, ni tampoco podía hacer un nuevo viaje por los compromisos laborales y familiares. Pero me hubiera encantado, me encantaría estar allí en estos momentos. Y vivir la nueva revolución que se está gestando, silenciosa, amorosa, por la sola presencia del Papa en Egipto.

No se puede estar en todos los lugares. Pero estoy, muchos, los que creemos que el mundo es un lugar para una sola raza, y una sola nación, estamos ahora allí, en alma y espíritu. Compartiendo la presencia de este hombre santo, nuestro Papa.

El Papa, con su sola presencia está ayudando a unir a las religiones, lo está haciendo con el Patriarca Copto, lo está haciendo desde Al Azhar, la institución más prestigiosa del islam suní. Desde allí esta alzando la voz de los sin voz, de los desheredados, de los silenciosos. Y esta diciendo:

Juntos, desde esta tierra de encuentro entre el cielo y la tierra, de alianzas entre los pueblos y entre los creyentes, repetimos un 'no' alto y claro a toda forma de violencia, de venganza y de odio cometidos en nombre de la religión o en nombre de Dios. Juntos afirmamos la incompatibilidad entre la fe y la violencia, entre creer y odiar

Nos unimos a su voz, la de nuestro Padre. Y esperamos el resultado de la revolución silenciosa, amorosa. Pequeñas gestos, a veces, revolucionan la vida. Como el aleteo de una humilde mariposa en el amazonas que, puede crear un huracán en el mundo.

Feliz semana a todos, con los ojos y el alma abierta a los pequeños- grandes- gestos del Papa

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