07/04/2017

Primavera árabe

Han pasado ya unos pocos años desde que comenzó la primavera de la esperanza. Copio los datos que dan de ellas en Wikipedia.

Las manifestaciones del mundo árabe de 2010-2013, conocidas como Primavera Árabe, correspondieron a una serie de manifestaciones populares en clamor de la democracia y los derechos sociales organizada por la población árabe. El comienzo de estas manifestaciones ocurrió el 17 de diciembre de 2010 en la Ciudad de Túnez, cuando un vendedor ambulante (Mohamed Bouazizi) fue despojado por la policía de sus mercancías y cuentas de ahorros y en respuesta, se inmoló en forma de protesta. Durante su agonía miles de tunecinos se rebelaron contra las malas condiciones a las que el país estaba sometido, causando un efecto dominó en el resto de las naciones árabes...

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Casi siete años han pasado y lo que se prometía como una gran esperanza de los pueblos, hoy, es un avispero, lleno de guerras y muertes. En Siria, donde ya ha atacado el "Imperio de EEUU" las cifras de muertos son escalofriantes:

Nadie sabe con exactitud cuántos muertos ha causado ya la guerra en Siria. Naciones Unidas paró el recuento de víctimas a finales de 2014. Para entonces, la cifra de la ONU ascendía a 250.000 muertos. En abril, el enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, subió la cifra hasta los 400.000. Para aclarar (o añadir confusión), ayer martes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos lanzó una nueva cifra, 312.000 muertos (149.000 civiles y, de ellos, 16.000 niños). Sin contar los millones de refugiados que han provocado estas primaveras...

"Por primera vez desde que inició la guerra, hace más de seis años, el número de refugiados sirios ha roto la barrera de los cinco millones, según ha informado este jueves la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Esta cifra, que equivale a casi un cuarto de la población total del país, refleja la dureza de un conflicto que ha producido 6,3 millones de desplazados internos y más de 300.000 víctimas mortales"

A juzgar por las cifras de muertos, desplazados, refugiados, sufrimientos... mejor hubiera sido que se hubiera quedado el invierno. Recuerdo como era Damasco, Alepo, Palmira, ciudades sirias llenas de vida, color y hospitalidad. Allí dejé un puñado de amigos que sólo se esforzaron por hacerme la vida más fácil. ¡Dios os bendiga y os haya protegido! No sé nada de vosotros hace tiempo. La primavera árabe... A lo mejor, esa primavera quería renovar las condiciones de vida de esos pueblos y, no la hemos dejado, no la han dejado...

EEUU ya ha atacado en Siria. Una acción de repercusiones desconocidas. Estamos en una nueva primavera. La vida sigue pujando por renovarse, por reverdecer de nuevo. Ojalá la dejemos y, el hombre poderoso, no la impida hacer que, florezcan los campos, los seres humanos, las ciudades. Ojalá renazcan esas ilusiones con las que comenzaron las primaveras árabes. Yo las viví en Egipto, allí junto a los egipcios, sentí la ilusión de sus gentes. De un padre junto a su familia. Allí regreso en estos días. Y lo hago, antes de que alguien se encargue de borrar las sonrisas y la hospitalidad árabe que reina e imperaba en esos países.

Por nuestras tierras, gracias a Dios, impera la luz y las vacaciones. Disfrutarlas.

Feliz Semana santa. Feliz primavera renovada

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