Hemos regresado de nuestra visita a Andalucía, concretamente a Villalba del Alcor, una población que no conocíamos, llena de magia y de buenas gentes. El recibimiento allí, por parte de todos los seguidores del programa, los "Blanquitos" les llaman, ha sido espectacular. Nos hemos traído historias de oyentes que llevaban casi los 30 años detrás del Espacio en Blanco. Otros que, con 14 años, juntaban dinero y, solos, cogían un tren y se venían, hace ya años, hasta Madrid para venir a vernos. Era su mayor ilusión. En aquella ocasión no fue posible el encuentro. Lo realizamos en esta visita al pueblo. Y, fue emocionante.

Ha sido como el reencuentro de una familia que hacía años que se no se veía. ¡Muy emocionante! Nos hemos traído la maleta llena de abrazos, sentimientos y buenos recuerdos. A veces, cuando miro atrás en estos 30 años y veo ahora, el resultado de todo ese trabajo, me resulta emocionante, sorprendente. Hemos establecido, casi sin darnos cuenta, unas relaciones por todo el país, por todo el mundo, diría, súper familiares.

Reencontrase con los oyentes, con esos que se duermen con nosotros, todos en la misma cama, es muy estimulante. Algo hemos debido de hacer y, más o menos bien, en todos estos años para recibir tanto cariño, tantas muestras de afecto. Gracias a todos.

Seguiremos abriendo puertas a esa nueva cultura que es la del misterio, la de las cosas que no nos dejan conocer, las de las cosas de las que no se habla. ¡Seguiremos! Y seguiremos viajando, en esta ocasión hasta Malta, con un grupo de "familiares" que se han apuntado a esta aventura. Y después, seguiremos trayecto hasta Tierra Santa, tras las huellas del Maestro Jesús, con el querido derviche blanco.

Llega la primavera y en esta ocasión, para nosotros, llega llena de cariños, ternuras, viajes, aventuras y nuevos descubrimientos. Queremos compartirlos con todos vosotros.