Llegó al primavera, y casi al mismo tiempo, la Semana santa, la fecha de la pasión y resurrección de Cristo. Y millones de seres nos lanzamos a las carreteras, aviones y demás medios de transporte, en busca de un poco de tiempo libre, de vacaciones...

La semana comienza con noticias poco alentadoras. El terrorismo salvaje ha vuelto a golpear la vieja Europa. Bruselas sufre tres atentados terroristas dejando un reguero de seres muertos y heridos. La barbarie humana se vuelve a mostrar de nuevo. Esta semana todos somos Bélgica. Y no solo nos solidarizamos con Bélgica, sino con todos los pueblos que sufren las guerras y la barbarie. Los sirios, los iraquíes y, todos esos lugares olvidados del planeta.

En contraposición con esa imagen de terror, nos quedamos con la de cientos de personas canarias que, fueron a vernos en nuestra última salida en el Tea de Tenerife. No había tenido oportunidad, en este espacio en blanco, de agradecerles. De agradeceros tantos momentos de cariño, de calor, de atenciones. Hacía mucho tiempo que no sentía tan cercano el cariño de nuestros oyentes. Nunca sabe uno el alcance que tiene, su humilde trabajo a través de un micrófono. En Tenerife os disteis una prueba de ello.

Abrumante fue la reacción. Tantos abrazos, tantas fotos, tantos momentos, tantas sonrisas, tantos rostros expectantes. Mientras unos ponen bombas, otros nos damos abrazos, llenos de sorpresa y cariño. ¡Gracias!. Muchas gracias por esos momentos tan dulces. Con el deseo de que este tiempo, el de resurrección, del maestro Jesús, de la naturaleza, que renace con la primavera, os dejamos. Y nuestro dolor compartido por las víctimas de la barbarie. Los de Bélgica, y... Los desplazados que huyen de la guerra, esos a los que Europa les cierra las puertas.

Ojala que la vida que resurge, haga renacer la ternura y los abrazos. Como en Tenerife. Ojalá la semana santa sea eso por fin. Santa, en paz y, el momento de reunir a los hombres sin barbaries, sin temores.